Durante las últimas tres décadas, el acelerado ritmo de crecimiento del PBI en China ha fascinado a las empresas de todo el mundo. Las empresas occidentales, en particular, han visto al denominado “Reino Medio” como una vigorosa potencia productiva, como el sueño hecho realidad para una multinacional comercial o como un competidor cada vez más capaz en la comercialización de bienes de marca. ¿Pero están tales percepciones basadas en la realidad? Para averiguarlo, Gallup Organization emprendió un ambicioso estudio de los consumidores y trabajadores chinos a escala nacional de diez años de duración.

El estudio descubrió que muchas de las percepciones que tienen las empresas fuera de China -e incluso dentro de ella- son inexactas. Específicamente, los hallazgos desmienten al menos cuatro nociones comúnmente aceptadas.

La primera es que los chinos liberados del colectivismo, se enfocan ahora principalmente en trabajar duro y enriquecerse. La segunda es que los trabajadores chinos son sumamente ambiciosos y activamente comprometidos. La tercera es que la nueva prosperidad de China permite a sus consumidores comprar mucho de lo que quieren. Y la cuarta es que persiste un interminable apetito por productos básicos para el hogar.

De hecho, el estudio descubrió que la mayoría de trabajadores chinos están más interesados en demostrar su individualidad que en enriquecerse. También demostró que los trabajadores chinos no están tan comprometidos con sus trabajos como se piensa en el resto del mundo. Es más, con el ciudadano promedio ganando menos de US$ 1800 al año, solo los mas ricos tienen dinero extra para gastar. Finalmente, el consumidor chino promedio está más interesado en comprar bienes de lujo y entretenimiento que en adquirir productos básicos para el hogar. El estudio de Gallup entrega datos duros -de alcance y profundidad muy necesarios- sobre el consumidor chino, entregándoles a las autoridades públicas y a los ejecutivos las herramientas para gestionar las oportunidades y los desafíos en China.